Desde las melancólicas melodías del tango hasta el apasionado ritmo del rock, pasando por la dorada era del cine argentino, el barrio de Abasto en Buenos Aires ha sido testigo y protagonista de los mayores hitos culturales del país. Con sus calles cargadas de anécdotas y su palpable herencia artística, Abasto invita a cada visitante a un viaje inolvidable a través del tiempo y la cultura.
Ubicado en el corazón de Buenos Aires, Abasto debe su nombre al emblemático “Mercado de Abasto”, inaugurado en 1893. Durante casi un siglo, fue el principal mercado de frutas y verduras de la ciudad. En 1984, este icónico edificio cerró sus puertas como mercado y, tras una serie de renovaciones, en 1998 reabrió como “Abasto Shopping”, conservando su arquitectura original que rememora días pasados.
No se puede hablar de Abasto sin mencionar a Carlos Gardel, quien nació en 1890 y creció en este barrio. Su casa en la calle Jean Jaures, que ha sido transformada en un museo desde 2003, es testimonio de su legado. Gardel, con tangos como “El día que me quieras” (1935) y “Mi Buenos Aires querido” (1934), se convirtió en el embajador del tango a nivel mundial.
A mediados de los años 80, Abasto fue también el refugio de Luca Prodan, el líder de la banda de rock Sumo. Nacido en Italia en 1953 y llegado a Argentina en 1981, Prodan eligió este barrio para asentar sus raíces y desde aquí revolucionó la escena rockera argentina.
El cine argentino encontró en el Mercado de Abasto un escenario perfecto para sus historias. Es el caso de “Mercado de Abasto” (1955), protagonizada por la inigualable Tita Merello, una de las actrices y cantantes más icónicas de Argentina, nacida en 1904.
Hoy, en la Buenos Aires contemporánea, la gastronomía es un reflejo de su rica historia y sus aspiraciones modernas. Mientras se revalorizan ingredientes locales y se toma en cuenta la sostenibilidad, la ciudad continúa siendo un epicentro culinario, celebrando su herencia y anticipando el futuro.
Como dijo el icónico Jorge Luis Borges, “A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y el aire.” Y en cada plato, en cada ingrediente, Buenos Aires sigue contando su historia, una que cada comensal tiene el privilegio de saborear.
Un verdadero museo al aire libre, el Pasaje Zelaya, renovado en la década de 1990, está repleto de murales dedicados al tango y a Gardel. Es un viaje visual por la historia y la cultura de Buenos Aires en cada paso.
Hoy, en la Buenos Aires contemporánea, la gastronomía es un reflejo de su rica historia y sus aspiraciones modernas. Mientras se revalorizan ingredientes locales y se toma en cuenta la sostenibilidad, la ciudad continúa siendo un epicentro culinario, celebrando su herencia y anticipando el futuro.
Como dijo el icónico Jorge Luis Borges, “A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y el aire.” Y en cada plato, en cada ingrediente, Buenos Aires sigue contando su historia, una que cada comensal tiene el privilegio de saborear.
El barrio de Abasto es una amalgama viviente de historias, arte y cultura. Desde los nostálgicos acordes del tango hasta el rock más rebelde, pasando por los clásicos del cine y las innovaciones del teatro, Abasto se erige como uno de los corazones culturales más vibrantes de Buenos Aires. Un lugar donde el pasado y el presente coexisten, esperando ser descubiertos por quienes se aventuren en sus calles. ¡Ven y sumérgete en su magia!
Hoy, en la Buenos Aires contemporánea, la gastronomía es un reflejo de su rica historia y sus aspiraciones modernas. Mientras se revalorizan ingredientes locales y se toma en cuenta la sostenibilidad, la ciudad continúa siendo un epicentro culinario, celebrando su herencia y anticipando el futuro.
Como dijo el icónico Jorge Luis Borges, “A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y el aire.” Y en cada plato, en cada ingrediente, Buenos Aires sigue contando su historia, una que cada comensal tiene el privilegio de saborear.
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